Expongo, resumidamente, una experiencia que está funcionando y que os puede sugerir alguna idea o comentario. Tiene dos cursos de vida. Se desarrolla en el tercer ciclo de Educación Primaria. Surgió no solo como una actividad de animación a la lectura, sino también como comprobación de que el alumnado es capaz de aplicar de forma autónoma las estrategias de comprensión lectora desarrolladas en el aula e interactuar con el texto.
Creo, además, que la animación a la lectura debe ser “un proceso educativo que pretende conseguir la capacitación para interiorizar lo leído, ejercitar el pensamiento, la imaginación, el sentido crítico, a la vez que se va trabajando la sensibilización ante el texto escrito” (Pérez, J. y Gómez-Villalba, E. 2003).
La realización de esta actividad de animación lectora tiene la finalidad de fomentar la lectura voluntaria y el desarrollo del hábito lector entre mis alumnos. Hasta su inicio, aunque leían en el aula de forma prescriptiva, no todos leían voluntariamente fuera de ella. Considero que la adquisición y consolidación de hábitos de lectura es un objetivo prioritario de un aspecto esencial de la Competencia en Comunicación Lingüística como es la lectura. Hábitos de lectura que, al comienzo de esta actividad, en algunos casos, estaban adquiridos por parte del alumnado y serían afianzados; pero, en otros, la mayoría, eran incipientes y, en algunos, inexistentes. El objetivo de la experiencia que se anunció al alumnado fue convertir la lectura en un hábito que formara parte de su vida cotidiana y aplicar autónoma y sistemáticamente las estrategias de comprensión lectora que había aprendido en el aula: predecir, relacionar, monitorizar, comprender y utilizar vocablos nuevos, inferir, buscar información, resumir, valorar, organizar ideas para después argumentar ante los demás…
Para constituir esta actividad de animación lectora, se organizó una reunión informativa con padres y madres, a principios del curso pasado, en la que se explicaron tanto la idea como las condiciones para su realización (se trata de una actividad extraescolar y voluntaria tanto para alumnos como para padres). Hubo una respuesta positiva, alrededor del 50 %, tanto por parte del alumnado como de los padres.
Una sesión de esta actividad, en la que actúo como animadora, tiene estos componentes:
1. Lectura previa y conjunta de padres e hijos de un libro seleccionado. Los libros seleccionados, fundamentalmente textos narrativos, están adaptados a la edad y nivel del alumnado participante y tienen una temática variada: naturaleza, ecología, relaciones sociales, problemas familiares, misterio, influencia de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías de la información, etc.; el número de páginas es variable, suele oscilar entre 100 y 200.
2. El desarrollo de la sesión propiamente dicha es el siguiente:
a) Introducción:
- La animadora dirige un coloquio sobre los temas generales y más importantes del libro, realiza preguntas a alumnos y padres, modera los turnos de palabra, fomenta la participación de todos los intervinientes.
- Realización de preguntas generales sobre el libro: primero al alumnado y después a los padres. Unos y otros escuchan y esperan su turno para intervenir.
- El alumnado expresa y consulta las dificultades encontradas en la lectura.
- Explicación de dudas y ampliación de posibles temas que hayan surgido durante la lectura.
b) Realización de un intercambio oral entre animadora y alumnado en el que se realizan preguntas sobre la historia, vocabulario, temas tratados, se relaciona con otros libros leídos con anterioridad y con la propia experiencia personal, los personajes (rasgos de carácter, relación entre ellos…) y episodios más relevantes del libro. Mientras se produce el intercambio oral animadora-alumnado, los padres escuchan e intervienen y pueden matizar algún aspecto si lo creen necesario.
c) Realización de juegos sobre la historia leída y sus protagonistas: adivinar entre varias las frases dichas por un determinado personaje, identificar al autor de una determinada frase que haya sido seleccionada, proponer otras intervenciones de los personajes, situar a los mismos en otros contextos… Esta actividad es solo para el alumnado.
d) Escribir, voluntariamente, otro posible final. En esta actividad se relaciona la lectura con la escritura, relación, que creo necesaria y complementaria.
e) Valoración crítica de la lectura por parte de los alumnos en la que deben argumentar sus críticas tanto positivas como negativas.
f) Realización de una valoración del libro, mediante un análisis crítico del mismo, por parte de sus padres y madres. El alumnado escucha estas intervenciones.
g) En último lugar, presento el libro recomendado para la siguiente sesión y animo a su lectura mediante la realización de predicciones sobre su título y portada, doy un plazo de cuatro semanas para su lectura y convoco la siguiente sesión.
Los libros recomendados fueron seleccionados ajustándose a unos criterios de calidad literaria y a los temas tratados por los mismos. Para esta actividad han sido seleccionados ocho libros; estos libros son adquiridos por los propios alumnos, ya que se considera un objetivo más de esta actividad incentivar que vayan construyendo su propia biblioteca personal.
Al comienzo de la actividad se explica a los participantes la forma de llevarla a cabo, y la moderadora sigue un guión que puede variar según las características de cada libro.
Para la mayoría de padres y madres asistentes ha supuesto una forma extraordinaria y gratificante de compartir una experiencia con sus hijos e hijas. Algunos de estos padres y madres tienen hábitos lectores formados, pero hay casos en que no es así y han querido aprovechar esta oportunidad junto a sus hijos para acceder a la lectura; en otros casos, lo que pretenden, mediante su ejemplo, es animar a sus hijos.
En cuanto a los aspectos positivos de esta actividad, destaco los siguientes: fomento de la lectura entre todo tipo de lectores y desarrollo de la adquisición del hábito lector, ampliación del vocabulario, de la capacidad de analizar, debatir, argumentar, resumir y valorar ideas y opiniones, de organizar y exponer ideas, respeto por las opiniones de los demás…http://www.blogger.com/img/blank.gif
Los libros con mayor aceptación por parte del alumnado participante y sus padres, durante el curso anterior, han pasado a formar parte del Plan de Lectura del centro. No todos los libros seleccionados han tenido la misma aceptación, pero esta realidad ha animado el debate y la argumentación de la opinión negativa sobre los mismos.
Ver en la biblioteca (ese lugar donde los propios alumnos y alumnas dicen que se establece la magia de la lectura) a niños y niñas, acompañados de sus padres y madres, participar en una actividad sobre lectura y empleando en ella su tiempo libre, resulta, para mí, importante y emocionante.
D. Camenforte
CEIP Trina Rull, Olula del Río (Almería)
http://www.aprendoconlacalesa.es/
BIBLIOTECA CEIP ALFAGUARILLA ALFACAR
miércoles, 21 de marzo de 2012
miércoles, 14 de marzo de 2012
LAS DOS NUBES AMIGAS
Eran dos nubes blancas, blancas como la nieve, que viajaban
por el cielo azul de una mañana de primavera.
Y se sentían felices de ser tan blancas y como de algodón.
Se acercaban, se alejaban, reían, se perseguían y dibujaban
extrañas formas en el cielo.
Por la tarde, en cambio, cuando el sol se iba poniendo, se
volvían de color rosa y amarillo, rojo y morado.
Eran preciosas aquellas dos nubes al atardecer.
Un día de mucho viento se fundieron la una con la otra.
Y se añadieron también muchas otras nubes que acabaron
formando una masa gris y espesa.
Y comenzó a llover con mucha fuerza.
Cuando paró la lluvia, el cielo quedó más azul que nunca y
no se veía ni una nube por ninguna parte.
Pero resulta que un charco que apareció en el suelo se puso a
hablar y a reír con otro charco que había a su lado.
Y le dijo:
-¿Te acuerdas de cuando éramos nubes?
sábado, 10 de marzo de 2012
Poema Canto Ii de Vicente Huidobro
Mujer el mundo está amueblado por tus ojos
Se hace más alto el cielo en tu presencia
La tierra se prolonga de rosa en rosa
Y el aire se prolonga de paloma en paloma
Al irte dejas una estrella en tu sitio
Dejas caer tus luces como el barco que pasa
Mientras te sigue mi canto embrujado
Como una serpiente fiel y melancólica
Y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro
¿Qué combate se libra en el espacio?
Esas lanzas de luz entre planetas
Reflejo de armaduras despiadadas
¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso?
En dónde estás triste noctámbula
Dadora de infinito
Que pasea en el bosque de los sueños
Heme aquí perdido entre mares desiertos
Solo como la pluma que se cae de un pájaro en la noche
Heme aquí en una torre de frío
Abrigado del recuerdo de tus labios marítimos
Del recuerdo de tus complacencias y de tu cabellera
Luminosa y desatada como los ríos de montaña
¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos?
Te pregunto otra vez
El arco de tus cejas tendido para las armas de los ojos
Te hablan por mí las olas de pájaros sin cielo
Te habla por mí el color de los paisajes sin viento
Te habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas
Dormido en tu memoria
Te habla por mí el arroyo descubierto
La hierba sobreviviente atada a la aventura
Aventura de luz y sangre de horizonte
Sin más abrigo que una flor que se apaga
Si hay un poco de viento
Las llanuras se pierden bajo tu gracia frágil
Se pierde el mundo bajo tu andar visible
Pues todo es artificio cuando tú te presentas
Con tu luz peligrosa
Inocente armonía sin fatiga ni olvido
Elemento de lágrima que rueda hacia adentro
Construido de miedo altivo y de silencio
Haces dudar al tiempo
Y al cielo con instintos de infinito
Lejos de ti todo es mortal
Lanzas la agonía por la tierra humillada de noches
Sólo lo que piensa en ti tiene sabor a eternidad
He aquí tu estrella que pasa
Con tu respiración de fatigas lejanas
Con tus gestos y tu modo de andar
Con el espacio magnetizado que te saluda
Que nos separa con leguas de noche
Sin embargo te advierto que estamos cosidos
A la misma estrella
Estamos cosidos por la misma música tendida
De uno a otro
Por la misma sombra gigante agitada como árbol
Seamos ese pedazo de cielo
Ese trozo en que pasa la aventura misteriosa
La aventura del planeta que estalla en pétalos de sueño
En vano tratarías de evadirte de mi voz
Y de saltar los muros de mis alabanzas
Estamos cosidos por la misma estrella
Estás atada al ruiseñor de las lunas
Que tiene un ritual sagrado en la garganta
Qué me importan los signos de la noche
Y la raíz y el eco funerario que tengan en mi pecho
Qué me importa el enigma luminoso
Los emblemas que alumbran el azar
Y esas islas que viajan por el caos sin destino a mis ojos
Qué me importa ese miedo de flor en el vacío
Qué me importa el nombre de la nada
El nombre del desierto infinito
O de la voluntad o del azar que representan
Y si en ese desierto cada estrella es un deseo de oasis
O banderas de presagio y de muerte
Tengo una atmósfera propia en tu aliento
La fabulosa seguridad de tu mirada con sus constelaciones íntimas
Con su propio lenguaje de semilla
Tu frente luminosa como un anillo de Dios
Más firme que todo en la flora del cielo
Sin torbellinos de universo que se encabrita
Como un caballo a causa de su sombra en el aire
Te pregunto otra vez
¿Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos?
Tengo en voz tuya para toda defensa
Esa voz que sale de ti en latidos de corazón
Esa voz en que cae la eternidad
Y se rompe en pedazos de esferas fosforescentes
¿Qué sería la vida si no hubieras nacido?
Un cometa sin manto muriéndose de frío
Te hallé como una lágrima en un libro olvidado
Con tu nombre sensible desde antes en mi pecho
Tu nombre hecho del ruido de palomas que se vuelan
Traes en ti el recuerdo de otras vidas más altas
De un Dios encontrado en alguna parte
Y al fondo de ti misma recuerdas que eras tú
El pájaro de antaño en la clave del poeta
Sueño en un sueño sumergido
La cabellera que se ata hace el día
La cabellera al desatarse hace la noche
La vida se contempla en el olvido
Sólo viven tus ojos en el mundo
El único sistema planetario sin fatiga
Serena piel anclada en las alturas
Ajena a toda red y estratagema
En su fuerza de luz ensimismada
Detrás de ti la vida siente miedo
Porque eres la profundidad de toda cosa
El mundo deviene majestuoso cuando pasas
Se oyen caer lágrimas del cielo
Y borras en el alma adormecida
La amargura de ser vivo
Se hace liviano el orbe en las espaldas
Mi alegría es oir el ruido del viento en tus cabellos
(Reconozco ese ruido desde lejos)
Cuando las barcas zozobran y el río arrastra troncos de árbol
Eres una lámpara de carne en la tormenta
Con los cabellos a todo viento
Tus cabellos donde el sol va a buscar sus mejores sueños
Mi alegría es mirarte solitaria en el diván del mundo
Como la mano de una princesa soñolienta
Con tus ojos que evocan un piano de olores
Una bebida de paroxismos
Una flor que está dejando de perfumar
Tus ojos hipnotizan la soledad
Como la rueda que sigue girando después de una catástrofe
Mi alegría es mirarte cuando escuchas
Ese rayo de luz que camina hacia el fondo del agua
Y te quedas suspensa largo rato
Tantas estrellas pasadas por el harnero del mar
Nada tiene entonces semejante emoción
Ni un mástil pidiendo viento
Ni un aeroplano ciego palpando el infinito
Ni la paloma demacrada dormida sobre un lamento
Ni el arco iris con las alas selladas
Más bello que la parábola de un verso
La parábola tendida en puente nocturno de alma a alma
Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos
Con la cabeza levantada
Y todo el cabello al viento
Eres más hermosa que el relincho de un potro en la montaña
Que la sirena de un barco que deja escapar toda su alma
Que un faro en la neblina buscando a quien salvar
Eres más hermosa que la golondrina atravesada por el viento
Eres el ruido del mar en verano
Eres el ruido de una calle populosa llena de admiración
Mi gloria está en tus ojos
Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo interno
Estoy sentado en el rincón más sensible de tu mirada
Bajo el silencio estético de inmóviles pestañas
Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojos
Y un viento de océano ondula tus pupilas
Nada se compara a esa leyenda de semillas que deja tu presencia
A esa voz que busca un astro muerto que volver a la vida
Tu voz hace un imperio en el espacio
Y esa mano que se levanta en ti como si fuera a colgar soles en el aire
Y ese mirar que escribe mundos en el infinito
Y esa cabeza que se dobla para escuchar un murmullo en la eternidad
Y ese pie que es la fiesta de los caminos encadenados
Y esos párpados donde vienen a vararse las centellas del éter
Y ese beso que hincha la proa de tus labios
Y esa sonrisa como un estandarte al frente de tu vida
Y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho
Dormido a la sombra de tus senos
Si tú murieras
Las estrellas a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo?
Se hace más alto el cielo en tu presencia
La tierra se prolonga de rosa en rosa
Y el aire se prolonga de paloma en paloma
Al irte dejas una estrella en tu sitio
Dejas caer tus luces como el barco que pasa
Mientras te sigue mi canto embrujado
Como una serpiente fiel y melancólica
Y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro
¿Qué combate se libra en el espacio?
Esas lanzas de luz entre planetas
Reflejo de armaduras despiadadas
¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso?
En dónde estás triste noctámbula
Dadora de infinito
Que pasea en el bosque de los sueños
Heme aquí perdido entre mares desiertos
Solo como la pluma que se cae de un pájaro en la noche
Heme aquí en una torre de frío
Abrigado del recuerdo de tus labios marítimos
Del recuerdo de tus complacencias y de tu cabellera
Luminosa y desatada como los ríos de montaña
¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos?
Te pregunto otra vez
El arco de tus cejas tendido para las armas de los ojos
Te hablan por mí las olas de pájaros sin cielo
Te habla por mí el color de los paisajes sin viento
Te habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas
Dormido en tu memoria
Te habla por mí el arroyo descubierto
La hierba sobreviviente atada a la aventura
Aventura de luz y sangre de horizonte
Sin más abrigo que una flor que se apaga
Si hay un poco de viento
Las llanuras se pierden bajo tu gracia frágil
Se pierde el mundo bajo tu andar visible
Pues todo es artificio cuando tú te presentas
Con tu luz peligrosa
Inocente armonía sin fatiga ni olvido
Elemento de lágrima que rueda hacia adentro
Construido de miedo altivo y de silencio
Haces dudar al tiempo
Y al cielo con instintos de infinito
Lejos de ti todo es mortal
Lanzas la agonía por la tierra humillada de noches
Sólo lo que piensa en ti tiene sabor a eternidad
He aquí tu estrella que pasa
Con tu respiración de fatigas lejanas
Con tus gestos y tu modo de andar
Con el espacio magnetizado que te saluda
Que nos separa con leguas de noche
Sin embargo te advierto que estamos cosidos
A la misma estrella
Estamos cosidos por la misma música tendida
De uno a otro
Por la misma sombra gigante agitada como árbol
Seamos ese pedazo de cielo
Ese trozo en que pasa la aventura misteriosa
La aventura del planeta que estalla en pétalos de sueño
En vano tratarías de evadirte de mi voz
Y de saltar los muros de mis alabanzas
Estamos cosidos por la misma estrella
Estás atada al ruiseñor de las lunas
Que tiene un ritual sagrado en la garganta
Qué me importan los signos de la noche
Y la raíz y el eco funerario que tengan en mi pecho
Qué me importa el enigma luminoso
Los emblemas que alumbran el azar
Y esas islas que viajan por el caos sin destino a mis ojos
Qué me importa ese miedo de flor en el vacío
Qué me importa el nombre de la nada
El nombre del desierto infinito
O de la voluntad o del azar que representan
Y si en ese desierto cada estrella es un deseo de oasis
O banderas de presagio y de muerte
Tengo una atmósfera propia en tu aliento
La fabulosa seguridad de tu mirada con sus constelaciones íntimas
Con su propio lenguaje de semilla
Tu frente luminosa como un anillo de Dios
Más firme que todo en la flora del cielo
Sin torbellinos de universo que se encabrita
Como un caballo a causa de su sombra en el aire
Te pregunto otra vez
¿Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos?
Tengo en voz tuya para toda defensa
Esa voz que sale de ti en latidos de corazón
Esa voz en que cae la eternidad
Y se rompe en pedazos de esferas fosforescentes
¿Qué sería la vida si no hubieras nacido?
Un cometa sin manto muriéndose de frío
Te hallé como una lágrima en un libro olvidado
Con tu nombre sensible desde antes en mi pecho
Tu nombre hecho del ruido de palomas que se vuelan
Traes en ti el recuerdo de otras vidas más altas
De un Dios encontrado en alguna parte
Y al fondo de ti misma recuerdas que eras tú
El pájaro de antaño en la clave del poeta
Sueño en un sueño sumergido
La cabellera que se ata hace el día
La cabellera al desatarse hace la noche
La vida se contempla en el olvido
Sólo viven tus ojos en el mundo
El único sistema planetario sin fatiga
Serena piel anclada en las alturas
Ajena a toda red y estratagema
En su fuerza de luz ensimismada
Detrás de ti la vida siente miedo
Porque eres la profundidad de toda cosa
El mundo deviene majestuoso cuando pasas
Se oyen caer lágrimas del cielo
Y borras en el alma adormecida
La amargura de ser vivo
Se hace liviano el orbe en las espaldas
Mi alegría es oir el ruido del viento en tus cabellos
(Reconozco ese ruido desde lejos)
Cuando las barcas zozobran y el río arrastra troncos de árbol
Eres una lámpara de carne en la tormenta
Con los cabellos a todo viento
Tus cabellos donde el sol va a buscar sus mejores sueños
Mi alegría es mirarte solitaria en el diván del mundo
Como la mano de una princesa soñolienta
Con tus ojos que evocan un piano de olores
Una bebida de paroxismos
Una flor que está dejando de perfumar
Tus ojos hipnotizan la soledad
Como la rueda que sigue girando después de una catástrofe
Mi alegría es mirarte cuando escuchas
Ese rayo de luz que camina hacia el fondo del agua
Y te quedas suspensa largo rato
Tantas estrellas pasadas por el harnero del mar
Nada tiene entonces semejante emoción
Ni un mástil pidiendo viento
Ni un aeroplano ciego palpando el infinito
Ni la paloma demacrada dormida sobre un lamento
Ni el arco iris con las alas selladas
Más bello que la parábola de un verso
La parábola tendida en puente nocturno de alma a alma
Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos
Con la cabeza levantada
Y todo el cabello al viento
Eres más hermosa que el relincho de un potro en la montaña
Que la sirena de un barco que deja escapar toda su alma
Que un faro en la neblina buscando a quien salvar
Eres más hermosa que la golondrina atravesada por el viento
Eres el ruido del mar en verano
Eres el ruido de una calle populosa llena de admiración
Mi gloria está en tus ojos
Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo interno
Estoy sentado en el rincón más sensible de tu mirada
Bajo el silencio estético de inmóviles pestañas
Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojos
Y un viento de océano ondula tus pupilas
Nada se compara a esa leyenda de semillas que deja tu presencia
A esa voz que busca un astro muerto que volver a la vida
Tu voz hace un imperio en el espacio
Y esa mano que se levanta en ti como si fuera a colgar soles en el aire
Y ese mirar que escribe mundos en el infinito
Y esa cabeza que se dobla para escuchar un murmullo en la eternidad
Y ese pie que es la fiesta de los caminos encadenados
Y esos párpados donde vienen a vararse las centellas del éter
Y ese beso que hincha la proa de tus labios
Y esa sonrisa como un estandarte al frente de tu vida
Y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho
Dormido a la sombra de tus senos
Si tú murieras
Las estrellas a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo?
Las vacaciones zoológicas de Gerald Durrell
Alianza reedita el mítico 'Mi familia y otros animales'
Álvaro Cortina | Madrid
Tolstoi inicia así su 'Ana Karenina': "Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada". Pues bien, las memorias de Gerald Durrell parecen contradecir alegremente esta máxima. Él y su familia son perfectamente raritos, y sus recuerdos son alegres y entrañablemente problemáticos.
'Mi familia y otros animales' inicia una trilogía autobiográfica que transcurre en la isla griega de Corfú, isla donde el dios Poseidón tuvo un idilio con una ninfa. El niñó Durrell comenzó allí su idilio con la Naturaleza y todo niño feliz es pleno como un dios enamorado.
Ofrece su visión de zoólogo párvulo de 10 años para el que todo es más grande, y para el que cada jardín es un mundo y una foresta. Parece que, por entonces, para el autor la vida misma era estar de vacaciones.
Captura animales y los hace de la familia, los incluye en el retablo con nombre propio. Está el perro Roger, Gerónimo la salamanquesa, Aquiles la tortuga, Ulises el mochuelo, Cicely la mantis religiosa. Durrell desempolva la crónica mental de cómo pelearon a muerte Gerónimo con Cicely.
Lo cuenta como Mailer el combate de Ali contra Foreman y Jack London el del calamar contra el cachalote. Hay detalle, hay fragor y muerte. La fauna en combate no deja de ser una metáfora facilona, apasionante y peliculera para el evolucionismo.
Le da a veces a Durrell por circunstanciar su trabajo de campo. Habla sobre los sapos o sobre los escorpiones. Sobre estos últimos, por ejemplo, escribe:
"Averigüé que comían moscones (aunque cómo los atrapasen era un misterio que no fui capaz de desvelar), saltamontes, mariposas nocturnas y típulas. Varias veces los hallé devorándose entre sí, hábito que me disgustaba sobremanera en unas criaturas por lo demás intachables". Para él los escorpiones son honorables, y los escarabajos son gente de negocios muy atareada.
Cuenta, en fin, cómo empezó recolectando sus zoológicos iniciáticos. Conseguiría destacar siguiendo esta carrera: 23 años después fundaría el zoológico de Jersey. Aunque se trata, ante todo, de un libro cómico, lleno de chispa y de sarcasmo.
Sobre Corfú se instala el sol mediterráneo y los incidentes entre "Mamá", Margo, Leslie, Larry y Gerry son pequeñas escaramuzas entre personalidades.
Las aventuras discurren inocuas y el lector puede sentir envidia de tanta payasada. Durrell es simpático con la palabra y con sus safaris. Leerle es escuchar alguna melodía de Django Reinhart, es ver por una lente de vieja cámara doméstica, atravesada de verano, cómo alguien juega en el jardín dando volatines.
La familia pasa por tres villas que dividen la estancia (y su relato). El hermano mayor, Larry, Lawrence, que de mayor fue un novelista de fama (léase 'El cuarteto de Alejandría'), es un joven pretencioso y petulante, Margo es una adolescente con acné y Leslie es un aficionado a la caza y a las armas.
Y el pequeño, Gerry, es el naturalista que convierte las cajetillas de cerillas en "trampas mortales". Con bichos dentro. Aunque Larry es el antipático del clan:
"Larry abundaba siempre en ideas sobre cosas de las que carecía de experiencia. A mí me aconsejaba sobre el mejor método a seguir en el estudio de la naturaleza, a Margo sobre ropa, a Mamá sobre cómo gobernar a la familia y pagar sus deudas, y a Leslie sobre cómo habría que cazar". Por cierto, es el mismo Lawrence Durrell que prologa el libro.
Estos recuerdos están dedicados a la madre del escritor. No hace falta ser un águila para percibir el aura tierna de la viuda “señora Durrells” (como le llama el sirviente griego Spiro). Mamá Durrell salta de perplejidad en perplejidad con cierta sensación de descontrol. Los hijos se le amotinan, se le pelean, y ella tan inalterada, tan apacible. Es obvio que Durrell amaba a su pobre madre.
También planean sombras. La venida de la tía Hermione ("la vieja camella, que apesta a naftalina y canta himnos litúrgicos en el retrete", según Larry) o los amigos artistas de Larry, okupas esnobs.
Cuatro años de Corfú
Qué suerte tuvo Gerald, que se saltó el colegio corriendo entre parrales o comiendo granadas al viento antiguo de Corfú durante cuatro años. Voluntariamente exiliados del invierno inglés. Atento al nido de tijeretas o construyendo un bote de madera ("Bootle-Bumtrinket", se llamaba). Qué suerte.
Están la villa color narciso, la villa blanca y la villa color fresa, y de una a otra se van atando retazos amables y animalarios locales. Memorias de un sentimental con reflejos de bromista. "Fue en la villa blanca donde conocí íntimamente a las mantis", escribe. Si uno quita el nombre de "mantis" y pone el de una condesa podría ser una frase azarosa de las memorias de José Luis de Vilallonga y demás dandis.
Pues no. Hay gente que es de condesas, otros son de coches y Gerry Durrell era de mantis, entre otros animales (consanguíneos incluidos). Cuando a Margo le deja un novio turco que se echa, cada uno se lo toma a su modo. Larry se anda con lecciones, "Mamá" lo lamenta falsamente, Leslie maldice absurdamente, y Margo llora.
Pero la frase final del párrafo es concluyente: "Todos nos divertimos mucho". "Todos" es un plural extensivo a Margo. En este libro la gente se está divirtiendo hasta cuando llora. 'Mi familia y otros animales' es el testimonio de una familia muy especial y muy feliz. Raramente en la literatura la alegría es tan extensiva y tan plural.
'Mi familia y otros animales', de Gerald Durrell. Traducción: María Luisa Balseiro. Editorial Alianza, 2008. 383 páginas. 8 euros.
Álvaro Cortina | Madrid
Tolstoi inicia así su 'Ana Karenina': "Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada". Pues bien, las memorias de Gerald Durrell parecen contradecir alegremente esta máxima. Él y su familia son perfectamente raritos, y sus recuerdos son alegres y entrañablemente problemáticos.
'Mi familia y otros animales' inicia una trilogía autobiográfica que transcurre en la isla griega de Corfú, isla donde el dios Poseidón tuvo un idilio con una ninfa. El niñó Durrell comenzó allí su idilio con la Naturaleza y todo niño feliz es pleno como un dios enamorado.
Ofrece su visión de zoólogo párvulo de 10 años para el que todo es más grande, y para el que cada jardín es un mundo y una foresta. Parece que, por entonces, para el autor la vida misma era estar de vacaciones.
Captura animales y los hace de la familia, los incluye en el retablo con nombre propio. Está el perro Roger, Gerónimo la salamanquesa, Aquiles la tortuga, Ulises el mochuelo, Cicely la mantis religiosa. Durrell desempolva la crónica mental de cómo pelearon a muerte Gerónimo con Cicely.
Lo cuenta como Mailer el combate de Ali contra Foreman y Jack London el del calamar contra el cachalote. Hay detalle, hay fragor y muerte. La fauna en combate no deja de ser una metáfora facilona, apasionante y peliculera para el evolucionismo.
Le da a veces a Durrell por circunstanciar su trabajo de campo. Habla sobre los sapos o sobre los escorpiones. Sobre estos últimos, por ejemplo, escribe:
"Averigüé que comían moscones (aunque cómo los atrapasen era un misterio que no fui capaz de desvelar), saltamontes, mariposas nocturnas y típulas. Varias veces los hallé devorándose entre sí, hábito que me disgustaba sobremanera en unas criaturas por lo demás intachables". Para él los escorpiones son honorables, y los escarabajos son gente de negocios muy atareada.
Cuenta, en fin, cómo empezó recolectando sus zoológicos iniciáticos. Conseguiría destacar siguiendo esta carrera: 23 años después fundaría el zoológico de Jersey. Aunque se trata, ante todo, de un libro cómico, lleno de chispa y de sarcasmo.
Sobre Corfú se instala el sol mediterráneo y los incidentes entre "Mamá", Margo, Leslie, Larry y Gerry son pequeñas escaramuzas entre personalidades.
Las aventuras discurren inocuas y el lector puede sentir envidia de tanta payasada. Durrell es simpático con la palabra y con sus safaris. Leerle es escuchar alguna melodía de Django Reinhart, es ver por una lente de vieja cámara doméstica, atravesada de verano, cómo alguien juega en el jardín dando volatines.
La familia pasa por tres villas que dividen la estancia (y su relato). El hermano mayor, Larry, Lawrence, que de mayor fue un novelista de fama (léase 'El cuarteto de Alejandría'), es un joven pretencioso y petulante, Margo es una adolescente con acné y Leslie es un aficionado a la caza y a las armas.
Y el pequeño, Gerry, es el naturalista que convierte las cajetillas de cerillas en "trampas mortales". Con bichos dentro. Aunque Larry es el antipático del clan:
"Larry abundaba siempre en ideas sobre cosas de las que carecía de experiencia. A mí me aconsejaba sobre el mejor método a seguir en el estudio de la naturaleza, a Margo sobre ropa, a Mamá sobre cómo gobernar a la familia y pagar sus deudas, y a Leslie sobre cómo habría que cazar". Por cierto, es el mismo Lawrence Durrell que prologa el libro.
Estos recuerdos están dedicados a la madre del escritor. No hace falta ser un águila para percibir el aura tierna de la viuda “señora Durrells” (como le llama el sirviente griego Spiro). Mamá Durrell salta de perplejidad en perplejidad con cierta sensación de descontrol. Los hijos se le amotinan, se le pelean, y ella tan inalterada, tan apacible. Es obvio que Durrell amaba a su pobre madre.
También planean sombras. La venida de la tía Hermione ("la vieja camella, que apesta a naftalina y canta himnos litúrgicos en el retrete", según Larry) o los amigos artistas de Larry, okupas esnobs.
Cuatro años de Corfú
Qué suerte tuvo Gerald, que se saltó el colegio corriendo entre parrales o comiendo granadas al viento antiguo de Corfú durante cuatro años. Voluntariamente exiliados del invierno inglés. Atento al nido de tijeretas o construyendo un bote de madera ("Bootle-Bumtrinket", se llamaba). Qué suerte.
Están la villa color narciso, la villa blanca y la villa color fresa, y de una a otra se van atando retazos amables y animalarios locales. Memorias de un sentimental con reflejos de bromista. "Fue en la villa blanca donde conocí íntimamente a las mantis", escribe. Si uno quita el nombre de "mantis" y pone el de una condesa podría ser una frase azarosa de las memorias de José Luis de Vilallonga y demás dandis.
Pues no. Hay gente que es de condesas, otros son de coches y Gerry Durrell era de mantis, entre otros animales (consanguíneos incluidos). Cuando a Margo le deja un novio turco que se echa, cada uno se lo toma a su modo. Larry se anda con lecciones, "Mamá" lo lamenta falsamente, Leslie maldice absurdamente, y Margo llora.
Pero la frase final del párrafo es concluyente: "Todos nos divertimos mucho". "Todos" es un plural extensivo a Margo. En este libro la gente se está divirtiendo hasta cuando llora. 'Mi familia y otros animales' es el testimonio de una familia muy especial y muy feliz. Raramente en la literatura la alegría es tan extensiva y tan plural.
'Mi familia y otros animales', de Gerald Durrell. Traducción: María Luisa Balseiro. Editorial Alianza, 2008. 383 páginas. 8 euros.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)