BIBLIOTECA CEIP ALFAGUARILLA ALFACAR

miércoles, 15 de abril de 2015

LIBROS PARA NIÑOS MAYORESY ADOLESCENTES ( Y TAMBIÉN PARA A

Juul

A partir de 8 años

Juul es un niño del que todos se ríen. Se mofan de sus rizos, de sus orejas, de su tartamudez, de sus ojos... Juul se va arrancando lo que a los otros no les gusta de él. Juul es una historia de amor. Anhela ser querido porque quiere a los otros. Por ellos destroza su cuerpo. Arranca de sí mismo lo que le separa de los demás.

Este impresionante relato está ilustrado con esculturas de madera. Son auténticas obras de arte. Es la única exposición realizada para niños con estas características.

Magnífica ocasión para que los jóvenes descubran alrededor de Juul que los insultos, las vejaciones, las humillaciones son un acto de violencia que rompen a trozos a quienes las sufren.

lunes, 13 de abril de 2015

LIBROS PARA NIÑOS MAYORESY ADOLESCENTES ( Y TAMBIÉN PARA ADULTOS)

El árbol rojo

Marzo 2005

Cartoné | 32 pág. | 21 x 30 | 18 €  COMPRAR
ISBN: 978-84-93481-11-7


El árbol rojo es una historia sin una narrativa definida. Es una serie de mundos imaginarios distintos en forma de imágenes autónomas que invitan a los lectores a extraer su propio significado en ausencia de cualquier tipo de explicación escrita. Como concepto, el libro se inspira en el impulso de los niños y adultos para describir sentimientos mediante metáforas: monstruos, tormentas, la luz del sol, el arco iris, etcétera. Superando los clichés, intenté crear imágenes que exploraran las posibilidades expresivas de este tipo de imaginación compartida que pudiera resultar extraña y familiar a la vez. Una jovencita sin nombre aparece en todas las imágenes como un sustituto de nosotros mismos. Pasa, sin poder hacer nada, por malos momentos hasta que acaba por encontrar algo esperanzador al final de su viaje.
El árbol rojo ganó el premio Patricia Wrightson en los NSW Premier’s Book Awards, y recibió el premio «le Prix Octogones 2003» del Centre International d’Études en Litterature de Jeunesse después de ser traducido al francés. También ha sido publicado en chino, coreano, japonés y, por supuesto, en español. 

sábado, 11 de abril de 2015

Boggle


Boggle

El Boggle es un juego de mesa diseñado por Allan Turoff y fabricado por la casa Hasbro y Parker Brothers. Está formado por un cubo que contiene dieciséis dados con letras en sus caras. Al mezclarlos, queda una combinación única de letras. Los participantes tienen tres minutos para formar el máximo de palabras posible. Cada palabra tiene que estar formada por dados adyacentes. No se permiten prefijos, argot ni siglas pero sí cualquier forma verbal o plurales. Las palabras repetidas entre los diversos jugadores no puntúan. Cuanto más larga es una palabra, más puntos. Al principio del juego se decide cuántas rondas se harán para decidir al ganador. No hay límite de jugadores posibles.
Otras versiones del Boggle incluyen varios videojuegos y el MasterBoggle, con 25 dados.1

Anecdotario

  • En el cuarto episodio de Felicity, Felicity y Noel juegan Boggle antes de besarse y ser sorprendidos por Meghan.
  • En el primer episodio de la primera temporada de The Big Bang Theory, Leonard y Sheldon mencionan que juegan al Boggle, pero en el idioma klingon. También en el capítulo 13 de la primera temporada hacen referencia al Boggle con el escritor Noah Webster. En el séptimo episodio de la segunda temporada, Leonard, Sheldon, Howard y Rajesh aparecen jugando en dicho idioma.
  • En el capítulo 15 de la segunda temporada de Gossip Girl, Jenny invita a Dan a jugar al Boggle.
  • En el episodio 22 de la segunda temporada de Friends, Monica les pide a Joey y Chandler que bajen el volumen de la música ya que en su departamento están tratando de jugar Boggle.
  • En el episodio 6 de la decimotercera temporada de Los Simpson se ve a Lisa jugando Boggle online, mismo que le ayuda a estar relajada antes de escribir un libro personal.

GALLETITAS: UN RELATO CORTO DE JORGE BUCAY

 GALLETITAS


A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.

Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.

Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.

La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.

Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.

La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.

El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.

Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. " No podrá ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.


Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.

- ¡Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.

- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.

El tren llega.

Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: " Insolente".

Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas... ¡Intacto!