BIBLIOTECA CEIP ALFAGUARILLA ALFACAR

miércoles, 21 de abril de 2010

Las desiertas abarcas

http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz.php&wid=2793&t=Las%20desiertas%20abarcas&p=Miguel%20Hern%E1ndez&o=


Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría

Y encontraba los días
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel

Por el cinco de enero
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.


MIGUEL HERNÁNDEZ

LUIS ROSALES

Autobiografía




Como el náufrago metódico que contase las olas
que faltan para morir,
y las contase, y las volviese a contar, para evitar
errores, hasta la última,
hasta aquella que tiene la estatura de un niño
y le besa y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de
caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que yo más quería.




LUIS ROSALES


http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&wid=40&p=Luis%20Rosales&t=Autobiograf%EDa&o=Luis%20Rosales

Tú sí los llamarás


Tienen nombre, señor, son los que sufren,
las sombras semejantes,
las sombras que se quedan en los cuerpos
mientras va su vivir deletreándose
para ganar el pan. Sólo en ti esperan.
Son los muertos que nacen
del invierno del mundo, son los muertos
que están viviendo y arden
con aceite de Dios; los sucedidos
mendigos, con la sangre
que sube por sus cuerpos como sube
la humedad en los muros de la cárcel.

Tienen nombre, señor, son los que quieren
soñar de noche y los despierta el hambre,
los que te duelen tanto que no puedes
mirarlos sin quemarles.
Tú sí los llamarás. Son los que sufren,
los semovientes náufragos que saben
que el roce irá gastando día tras día
su cuerpo y su dolor,
la nieve fácil
de los muertos que viven porque nunca
acaban de caer. ¡Vuelve a nombrarles!
nadie sabe su nombre entre nosotros,
son los muertos que nacen,
son los muertos que enferman de los vivos,
los muertos naturales.



De: Cien años de poesía
Poetas contemporáneos en sus versos

http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&wid=41&p=Luis%20Rosales&t=T%FA%20s%ED%20los%20llamar%E1s&o=Luis%20Rosales