BIBLIOTECA CEIP ALFAGUARILLA ALFACAR
domingo, 18 de noviembre de 2012
viernes, 2 de noviembre de 2012
HABIA UNA VEZ UN CUENTO QUE CONTABA EL MUNDO ENTERO
Día Internacional del Libro Infantil 2012
Desde 1967, el 2 de abril, coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, el IBBY promueve la celebración del Día Internacional del Libro Infantil con el fin de promocionar los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes.MANIFIESTO A CARGO DE Francisco Hinojosa
HABIA UNA VEZ UN CUENTO QUE CONTABA EL MUNDO ENTERO
Había una vez un cuento que contaba el mundo entero. Ese cuento en
realidad no era uno solo, sino muchos más que empezaron a poblar el
mundo con sus historias de niñas desobedientes y lobos seductores, de
zapatillas de cristal y príncipes enamorados, de gatos ingeniosos y
soldaditos de plomo, de gigantes bonachones y fábricas de chocolate. Lo
poblaron de palabras, de inteligencia, de imágenes, de personajes
extraordinarios. Le permitieron reír, asombrarse, convivir. Lo cargaron
de significados. Y desde entonces esos cuentos han continuado
multiplicándose para decirnos mil y una veces “Había una vez un cuento
que contaba el mundo entero…” Al leer, al contar o al escuchar cuentos
estamos ejercitando la imaginación, como si fuera necesario darle
entrenamiento para mantenerla en forma. Algún día, seguramente sin que
lo sepamos, una de esas historias acudirá a nuestras vidas para
ofrecernos soluciones creativas a los obstáculos que se nos presenten en
el camino. Al leer, al contar o al escuchar cuentos en voz alta también
estamos repitiendo un ritual muy antiguo que ha cumplido un papel
fundamental en la historia de la civilización: hacer comunidad Alrededor
de esos cuentos se han reunido las culturas, las épocas y las
generaciones para decirnos que somos uno solo los japoneses, los
alemanes y los mexicanos; aquellos que vivieron en el siglo XVII y
nosotros que leemos un cuento en internet; los abuelos, los padres y los
hijos. Los cuentos nos llenan por igual a los seres humanos, a pesar de
nuestras enormes diferencias, porque todos somos, en el fondo, sus
protagonistas. Al contrario de los organismos vivos, que nacen, se
reproducen y mueren, los cuentos, que surgen colmados de fertilidad,
pueden ser inmortales. En especial aquellos de tradición popular que se
adecúan a las circunstancias al contexto del presente en el que son
contados o reescritos. Se trata de cuentos que, al reproducirlos o
escucharlos os convierten en sus coautores. Y había una vez, también, un
país lleno de mitos, cuentos y leyendas que viajaron por siglos, de
boca en boca, para exhibir su idea de la creación, para narrar su
historia, para ofrecer su riqueza cultural, para excitar la curiosidad y
llenar de sonrisas los labios. Era también un país en el que pocos de
sus pobladores tenían acceso a los libros. Pero esa es una historia que
ya ha empezado a cambiar. Hoy los cuentos están llegando cada vez más a
rincones apartados de mi país, México. Y al encontrarse con sus lectores
están cumpliendo con su papel de hacer comunidad, hacer familia y hacer
individuos con mayor posibilidad de ser felices.
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